Cuando la chimenea no calienta lo que esperamos o la estufa de leña no calienta lo deseado nos encontramos ante un problema que nos causa malestar y desazón.
Ya que hemos hecho una inversión, habitualmente no pequeña, en un sistema de calefacción pensando que vamos a conseguir un confort térmico para nuestra casa y nuestra familia, y resulta que no es tan efectiva como nos habían vendido.
Dinero invertido, obra realizada y problema porque no nos calienta lo que queremos, nuestra familia no va a tener el confort térmico que deseamos para ellos, que es lo que buscábamos ya que todos queremos lo mejor para nuestras familias.
Si compramos otro sistema de calefacción nos va a tocar gastar más dinero, o si utilizamos el antiguo que es lo que queríamos evitar porque consumía mucha luz o gastaba mucho gasoil todavía será peor el remedio que la enfermedad.
Lo primero que pensamos habitualmente es que nos han engañado, y que realmente el aparato no calienta lo que nos habían dicho.
Después empezamos a plantearnos si hemos hecho algo mal y a buscar soluciones y las causas a las que se debe estre problema, ya que si en la ficha técnica del fabricante indica que calienta una cantidad de m2, ¿por qué a nosotros no nos calienta eso que nos han dicho?.
En este artículo vamos a ver las posibles causas de este problema y las posibles soluciones si existen porque ante un problema lo primero es no perder la calma y la esperanza y analizarlo todo bien antes de tomar cualquier decisión.
La chimenea no calienta lo deseado porque su potencia calorífica no es la adecuada.
Normalmente cuando vamos a una tienda de chimeneas interesados en comprar un sistema de calefacción a leña, ya sea una estufa o chimenea, habitualmente lo primero que nos preguntan es la cantidad de m2 que queremos calentar.
En función de esta información el vendedor suele enseñarnos los aparatos que tienen una potencia adecuada para la cantidad de m2 que queremos calentar.
Aunque este primer paso es correcto, si el vendedor es un buen profesional, no sólo se quedará ahí, si nos preguntará en la zona climática que vivimos, y si los inviernos son muy fríos.
También nos preguntará por el sistema de aislamiento que tenemos en nuestra vivienda, para saber la pérdida por inercia térmica que se produce a través de las paredes y el techo.
Y además nos preguntará si tenemos ventanales grandes, o ventanas y los tipos de cristales de que tenemos en las mismas, si son de doble cámara, triple cámara o son cristales simples.
Además de hacia dónde está orientada la vivienda, si está orientada al norte, sur, este o este.
Ya con todos estos datos, sí que realmente el vendedor, si es un buen profesional puede hacerse una buena idea del aparato que necesitamos y sobre todo de la potencia calorífica que necesitamos para calentar la vivienda o la estancia.
Lógicamente no se necesita la misma potencia para una estufa o chimenea en una casa que está en una ciudad donde los inviernos rara vez baja la temperatura de 0 ºC que en otra que alcanza -10 ºC o – 15 ºC.
Si el problema de que la chimenea no calienta se debe a que hemos comprado un aparato o nos han vendido un aparato que no es adecuado a todas estas características, la única solución posible es o cambiar el aparato, mejorar el aisalmiento de la vivienda.
O comprar otro sistema de calefacción que complemente al que hemos comprado, aunque esto nos enojará enormemente, ya que después del gasto realizado, no estamos para ir haciendo más gasto y ya con la desconfianza de que si todavía gastamos más dinero que no nos vaya a funcionar como nos habían dicho al principio.
Por eso, siempre antes de comprar un estufa de leña o chimenea suelo recomendar que se lean el artículo sobre qué saber para comprar una estufa de leña, donde puntualizamos todos estos detalles.
La leña que utilizamos no es la adecuada
Pero no nos vamos a poner en lo peor.
Supongamos que el aparato de calefacción a leña que hemos comprado tiene la potencia adecuada que hemos comprado para calentar nuestra vivienda, y el aislamiento está bien.
Entonces debemos buscar otras posibles causas.
Una causa habitual es que utilizamos para quemar un tipo de leña que tiene poca potencia calorífica.
El hecho de que veamos llama o fuego en el interior de la cámara de combustión no quiere decir que nos esté dando una buena potencia calorífica necesaria para calentar.
Ya que hay leñas que queman rápido pero tienen poca potencia calorífica, por ejemplo los palets de manera (que se usan habitualmente para encender), los troncos de cepas de la vida, o la leña de pino y otras leñas de árboles frutales.
Son leñas que tienen poca potencia calorífica, suelen quemar rápido y nos proporcionan el calor que necesitamos.
Por eso, si no estamos utilizando una leña adecuada, como una buena leña de carrasca o de encina, una de las cosas que hemos de probar para conseguir que la chimenea caliente bien o la estufa es cambiar el tipo de leña.
A través de este enlace podéis comprar sobre 14 kg de leña de encina para hacer la prueba por si no disponéis de ningún vivero cerca o de alguien que venda leña que os pueda vender una pequeña cantidad.
Y si con este tipo de leña notáis que ya la chimenea o la estufa o calienta bien, entonces ya buscar algún vendedor de leña a granel con camión que os la lleve a casa ya que es os saldrá a mucho mejor precio.
Tenemos una chimenea de obra y no calienta.
Las chimeneas de obra son las que tienen un revestimiento que oculta los tubos del aparato y en el que se encastra el hogar de leña o el cassette de leña.
Estos aparatos son quizá los más delicados en el sentido de que tienen que estar perfectamente construidos para sacar todo el rendimiento potencia que tienen estos hogares de leña.
Y podemos tener diferentes causas por lo que la chimenea no calienta lo que debería.
El revestimiento no tiene rejillas de ventilación.
Como hemos dicho, estas chimeneas de obra, se caracterizan porque los tubos de la chimenea de evacuación de humos y el hogar o cassette de leña están encastrados o cerrados en obra.
Dentro de este cerramiento se genera una buena cantidad de calor por lo que si la misma no tiene unas buenas rejillas de ventilación y colocadas estratégicamente, estamos perdiendo una cantidad importante de calor que quizá es la que necesitamos para conseguir el confort térmico deseado.
Por eso, además para que no reviente la construcción de obra por el calor, se colocan las rejillas de ventilación.
Pero estas han de estar colocadas estratégicamente.
Se suelen colocar dos laterales a unos 10 o 15 cm del suelo, no a ras del suelo, si no a 10 o 15 cm, que son la toma de aire frío, ya que el como el aire caliente tiende a ascender a esa altura es donde se encuentra el aire más frío.
Y después en lo alto del revestimiento, a unos 15 o 20 cm del techo se coloca o una central grande, o dos más pequeñas laterales, que es la salida del aire caliente.
Ya que ese aire frío que entra por debajo se calienta por el calor de los tubos y del mismo aparato.
Al calentarse asciende y sale por las rejillas, consiguiendo un movimiento envolvente que hace que llegue más calor a la estancia, más rápido y que llegue a más distancia.
Por lo que fundamental que la una chimenea con revestimiento de obra tenga rejillas de ventilación.
Tenemos un hogar metálico abierto instalado
Los hogares metálicos son los primeros tipos de chimeneas que se instalaban por los años 80 y eran de boca abierta, es decir, no tenían puerta ni cristal.
Para que no hiciesen humo estaban diseñados para tener un buen tiro, y bien instalados funcionan bien.
Pero para evitar estos humos provoca que se pierda mucha cantidad de calor por la salida de humos.
De ahí que un comentario habitual de las personas que tienen estos tipos de hogares metálicos abiertos como chimeneas, es que son aparatos que consumen mucha leña y que sólo calientan si estás delante de la chimenea.
Ante esta problemática surgieron los inserts o cassettes de leña, unos aparatos con turbinas que consumen menos leña y ofrecen mejor rendimimiento.
Hemos intalado una chimenea metálica abierta o una estufa de leña y no calienta lo que esperamos.
Las chimeneas metálicas al igual que las estufas de leña se caracterizan porque están fabricadas de hierro y están vistas por lo que al no tener revestimiento no tenemos ese problema de que el calor quedase atrapado en el revestimiento.
Las causas de que una chimenea no calienta si es metálica o una estufa de leña pueden ser.
Tenemos muchos metros de tubo instalado.
Si en la instalación de la tubería de chimenea que nos han hecho por necesidad han tenido que instalar una gran cantidad de metros de longitud esto provoca que tengemos un gran tiro.
Un gran tiro o un exceso de tiro se traduce en que la velocidad de ascensión es muy rápida por lo que el calor se va por el tubo y la leña se quema como si fuese un soplete.
Cuando hay mucho tiro instalado o se necesitan poner muchos metros de elementos de fumistería para evacuación de humos se necesita o es fundamental poner un corta-tiros.
Muchas chimeneas metálicas ya vienen con el corta-tiros que es la palanca que se sitúa en la parte alta del aparato y nos permite reducir el tiro.
En las estufas de leña se compra tubo de estufa con palometa que nos permite cortar el tiro, regulando el mismo, para que la leña no queme demasiado rápido y no se pierda el calor por el tubo hacia arriba.
No cargamos la cámara de combustión adecuadamente con leña
La cámara de combustión es el lugar donde colocamos la leña y se quema la misma.
Ésta tiene unas dimensiones diferentes dependiendo de cada aparato.
Hemos de saber qué cantidad poner para sacarle el calor correcto al aparato pero si sobrecargarla para que el calor no sea demasiado elevado y pueda deteriorar las juntas de la misma o incluso los tubos.
Es un tema que la mayoría de vendedores no comenta, y aunque viene en los libros de instrucciones y de uso de los fabricantes, la mayoría de personas no suele leérselos y desconocen el asunto.
Y que si ponemos poca cantidad de leña el aparato no llega a calentarse realmente aunque podamos ver una llama decente dentro de la chimenea.
Normalmente lo recomendable es cargar 3/4 partes del espacio con leña, utilizando desde troncos finos que hangan buena llama, y troncos más gruesos que tarden más en quemar.
La combinación depende del tipo de leña que utilicemos y de pillarle el truqillo de uso con el tiempo.
Si no cargamos adecuadamente el aparato y vamos poniendo troncos finos, aunque tengamos llama, el aparato no llegará a calentarse adecuadamente y no nos proporcionará el calor que deseamos.
Está bien ser prudentes y no sobrecargar el aparato, pero tampoco ir echando pequeños troncos porque no conseguiremos el calor deseado.
El aparato de calefacción está mal ubicado.
Otra cuestión importante es dónde colocamos el aparato de calefacción y las corrientes de aire de la vivienda.
Si por ejemplo colocamos una estufa o chimenea cerca de una escalera a la planta superior el calor se irá hacia dicha planta notando poco calor y pensando que la chimenea no calienta lo que debería.
En este caso sí que calienta, pero por las corrientes de aire de la vivienda el calor se va hacia la planta de arriba.
Una prueba sencilla para conocer las corrientes de aire de nuestra vivienda es encender una pequeña barrita de incienso y ver hacia donde va el humo de la misma.
Este será el camino que recorrerá el calor, por lo que dependiendo de la misma la ubicación estratégica del aparato es muy importante.
La chimenea no calienta o la estufa porque no tienen sistema de convección.
Dentro de las chimeneas y estufas de leña que podemos encontrar en el mercado existen los modelos que tienen doble cámara que llevan un circuito para conseguir una sistema de calefacción por convección.
El aire recircula por la doble cámara y sale por unas ranuras ubicadas en la parte superior de la misma que permite además de calentar por radiación del hierro por efecto del fuego, calientan empujando el aire.
Lo que permite que llegue más lejos y a más distancia.
En los modelos de estufas de leña o chimeneas de simple pared que sólo calientan por radiación tenemos la opción o la solución de colocar un ventilador sin electricidad para empujar el aire caliente.
Pinchando sobre el enlace además de ver el precio podéis leer las opiniones de otros compradores que le otorgan 5 sobre 5 puntos posibles en sus valoraciones por la efectividad de este aparato.
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Un saludo!!
Con más de 25 años de experiencia en el sector de las ventas de equipamiento para el hogar, herramientas de bricolaje, y en los últimos 15 años en una empresa de reformas de albañilería, venta de azulejos y materiales de construcción, estufas leña, pellets, chimeneas, sistemas de calefacción.
Máster Técnico Superior en riesgos laborales.
Licenciado por la Universidad de Alicante ua.es